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ESCULTURA EN RELIEVE

 

ESCULTURA EN RELIEVE.

FORMA Y COLOR 

 

 

 

"¿Cómo se puede pedir a un hablante monolingüe, que no tiene una palabra para color, que diga de qué color es una ficha?"

Anna Wierzbicka

 

 

Reflexionar sobre los objetos que han nacido al amparo de muy diversos factores nos dará como resultado la ordenación o reorganización de todo aquello que ha influenciado de mayor o menor manera en el proceso creativo. También y dada la actualidad de los muy diferentes ámbitos y los muy diversos soportes y la capacidad que tiene hoy en día la escultura para ser material o inmaterial, nos vemos abocados a tener que definir y referir lo que hacemos y en qué contexto nos encontramos, porque está claro que hemos tenido que descartar de manera consciente,  hemos tenido que cerrar muchas puertas para que lo que aparezca sea lo que realmente es, de manera comprometida, elegida con toda libertad como el que elija un camino y decide que ese será el suyo, muy a pesar de lo que se está perdiendo. De esta manera la escultura se convierte en una montaña cuya cima todos queremos conquistar para plantar allí nuestra bandera.

 

Hoy en día la escultura es sobre todo pensamiento e idea. Coquetea con las formas más diversas de arte , está comprometida de manera social y se implica de manera ética con muchas de las necesidades y reivindicaciones que lideran los movimientos sociales. También y como ha ocurrido durante toda la historia , la escultura se aprovecha e integra en sus procesos todo lo que la ciencia y la tecnología están investigando, inventando y desarrollando en todas las áreas de conocimiento. La escultura, en el sentido general del término, está constantemente pasando por periodos críticos, los cuales, el artista debe sobrevivirles en el amor desinteresado por su qué hacer. 

 

Mi propósito en estas piezas se define por la vuelta al objeto, a la materia y la forma, a la búsqueda del orden en el caos interior, a la formación de un todo coherente, de una arquitectura, de una figuración abstracta, de una preobjetividad, de un universo puramente energético, de un resbalón hacia lo desconocido, de una vagabundería al azar, como idea principal. Estas estructuras están construidas a partir de contrastes de color y valor entre los diferentes planos, articulando la frontalidad del relieve y yuxtaponiendo formas delimitadas en un espacio denso. Cada relieve es un intento para conseguir una armonía singular y delicada entre formas y colores. Busco el objeto nigromante y primitivo que nos trae de vuelta a la sencillez de los medios y de los procedimientos, al valor de las pequeñas relaciones y contrastes que nos unen como humanos a la naturaleza, porque realmente somos parte de ella, somos connaturales. 

 

También reivindico la escultura o el arte sin más, sin explicaciones, como una presencia que nos habla de nosotros, el arte como conocimiento de singulares, como aquello que a través de la percepción contemplativa nos puede llegar a crear un estado mágico y de revelación, el artista como médium que descubre estados y mundos que de otra manera no nos serían dados.

 

La obra que aquí presento se preocupa por los problemas que le son propios a la escultura. Apartándose de la realidad, la identificación del tema apenas aporta información y su contenido se centra en la propia experiencia estética. Definiendo su género podemos decir que se trata de escultura en relieve, del relieve escultórico como medio expresivo que nos permite mantenernos en un juego entre lo bidimensional y lo tridimensional, con el atractivo de poder utilizar recursos pictóricos y escultóricos al mismo tiempo. La superficie general del cuadro nos la proporciona la vista frontal en la que discurre la composición y el juego armónico del color, mientras que el tridimensional o la ocupación espacial, no obstante, transcurre en todas sus direcciones y ejes. 

 

Esta propuesta artística nace de una sincera naturalidad dentro de los procesos técnicos y conceptuales. La parte técnica cubre aquella supuesta necesidad que marca mi determinación y obsesión de trabajar con las manos y el conocimiento de los materiales. Conceptualmente, de manera no impostada, nacen estas piezas que se mueven entre la forma, la estructura y el color de manera totalmente intuitiva, empleando los medios plásticos en estado puro.

 

El espacio tiene su propia estética, existe una concepción personal en la percepción de la profundidad y la representación del mismo es diferente a la perspectiva clásica. El espacio pictórico juega con el espacio escultórico. El tiempo interviene a través de los elementos formales en movimiento y también depende del punto de vista, es decir, el tiempo también se estructura durante el proceso creativo, pero el espectador lo percibe en un solo y único momento.

 

La forma se encuentra limitada en una cierta manera por un vocabulario plano y geométrico. Ésta nace de manera consecutiva y ligada por las relaciones compositivas entre dibujo de perfiles del plano y espacios vacíos. El contorno, el cual ni es parte del cuerpo ni parte del aire y la yuxtaposición clara son las herramientas que cortan la forma de la manera más rápida posible para permitir que una a una vayan ajustándose, tejiéndose todas las piezas a las propias necesidades del proceso creativo.

 

El color está presente de manera constante desde el principio. El proceso constructivo va definiendo las relaciones cromáticas, las cuales empiezan a aparecer cuando el soporte está preparado y tiene dibujado los contornos que irán definiendo los bordes de cada color, resultando un conjunto cromático-formal, un espectro emocional que ha sido fruto de la intuición y del azar. Los elementos cromáticos se yuxtaponen creando un sentido y un estado emocional. Cada pieza tiene un pequeño nudo cromático o formal que concentra unas ciertas relaciones apetecibles y que centran la atención, haciendo que contraste con las relaciones armónicas, relajadas o tiburones de color y forma de otras zonas. Dibujé formas y las voy poniendo tendidas sobre la mesa, unas y otras se asocian por propia naturaleza y se van dando manos de color hasta que encuentran una cierta alegría en su propia existencia.

 

La línea es uno de los elementos que tienen más juego dentro de estas composiciones, hay líneas que están dibujadas por los propios contornos de las figuras abstractas de cada plano y dentro de estos hay diferentes tipos de líneas en las que no hay interior ni exterior, algunas delimitan formas y otras son abiertas. La línea interactúa en la superficie del plano, ya preocupada por dibujar ritmos, composiciones o estructuras de carácter funcional formal o simplemente decorativas. Las líneas circunscriben trazando circuitos y contornos. 

 

El tema no está presente durante el proceso creativo y si éste aparece es de manera fortuita cuando viendo el conjunto de la pieza casi acabada y nos separamos unos metros del trabajo y nos decimos "esto parece...". Más que parecer aparece, es decir, que si hay tema es por casualidad y como resultado del proceso creativo, y es sólo de esta manera que el objeto aparece. Aunque sí podemos considerar unas ciertas influencias que pueden llegar a formar parte de un tema general, como pueden ser las del entorno social, urbano y digital que envuelven nuestras vidas y que conforman una especie de geometría urbana. Tal vez hay también una respuesta analógica a la saturación de información del mundo digital que corre por las redes y al que ya pertenecemos.

 

Las técnicas utilizadas son una combinación de procedimientos escultóricos y pictóricos. Por un lado, el material básico es la madera natural y sus diferentes tipos, que unas veces es tallada, cepillada, torneada y preparada. Otras veces se usan maderas artificiales contrachapadas, más industriales. Además de la madera en algunas piezas se ha empezado a incluir otros materiales como el metacrilato. Las técnicas pictóricas empleadas van desde la pintura acrílica, el temple a la cola y la pintura al óleo.

 

En esta colección que se presenta podremos distinguir por sus títulos que hay varios grupos afines pero que difieren del resto por algo que los hace particulares: su alma, su cuerpo y su espíritu. Encontramos varios grupos titulados "Arcarius", "Relevo tótem", "Urban", "Estelar" y otro denominado con el título de "Composición".

En las piezas "Arcarius" hay una energía dirigida, que se indica hacia una dirección, hacia un punto del infinito. Son arcos que disparan emociones hacia las diferentes sensibilidades.

En las piezas "relieve tótem" podemos intuir una cierta presencia mágica, incluso alguna semejanza simbólica litúrgica. En ellas este resultado es una consecuencia, son un reflejo de algo misterioso, de un encanto.

En las tituladas "Urban" la geometría urbana está presente a través de múltiples líneas y formas geométricas que componen una especie de mapas urbanos con diferentes recorridos.

En las piezas "composición" podemos hablar de sinceridad, sueño, poesía, orden.

Pero en todas ellas lo fundamental es el entusiasmo, la simplicidad, la armonía, el sentimiento y el cuidado en el que se han forjado y el comunicar libremente un universo sensible. 

 

Aunque ciertamente apartado de estéticas y modelos contemporáneos, si tuviera que definir el conjunto de obras que presento, debería referirme de manera indudable al tipo de obra formalista que es independiente y se basa en el yo profundo. Formalismo abstracto que se fundamenta en la Modernidad y que llega hasta nuestros días. Como diría P. Klee: "no reproducir lo visible, sino volver visible una visión secreta". Y como la idea no nace de la nada (creatio ex nihilo), podemos encontrar otras voces que han buscado crear su mundo dentro de estos parámetros del uso del relieve escultórico y el color. Algunos como Archipenko, con sus escultopinturas, Tatlin, Kurt Schwitters, El Lissitzky, Claes Oldenburg, Karel Appel o Jean Arp con sus relevos planos y suaves. También podemos encontrar escultores como Anthony Caro, el cual, dentro del marco de la abstracción y el color, utiliza de manera magistral la relación entre espacios abiertos, planos, líneas y color, como podemos comprobar en piezas como "Leaf Pool" o en su serie de "Paper Sculptures". Algunos pintores como Matisse, Serge Poliakoff, Ad Reinhardt o Jordi Teixidor, también están presentes por su sentido sintético de la abstracción geométrica constructiva y el uso del color. Pero por descontado nadie como Picasso para saltar del espacio bidimensional a la tridimensión de una manera tan ligera relacionando el plano al espacio y el color. 

 

Forma, espacio, color y construcción son las cuestiones fundamentales en las que se sustentan todas las piezas de esta serie que han sido creadas dentro de los límites de la escultura de taller. La meditación sobre la forma se basa en la reducción, la cual, produce formas primordiales a través de la especulación constructiva de la que parecen resultar paisajes, formas inéditas de una existencia plástica abstracta.

 

Estas obras nacen de una necesidad interior, de un acto de voluntad, del hacer para ser. Las piezas se presentan en orden cronológico.